LA CAPILLA SIXTINA DE BERMEO
Tras 4 duros años de trabajo, Miguel Ángel terminó de pintar los frescos de la Capilla Sixtina, y por fin sus puertas se abrieron para los más privilegiados. Todos quedaron maravillados por su belleza. Todos menos uno, el cardenal Biagio De Cesana , quien se mostró escandalizado ante algunas de las partes desnudas dibujadas de los santos; y así se quejó ante el Papa, Pablo III. El Papa mandó pintar estas zonas con una fina gasa blanca, pero Miguel Ángel, no tardó en preparar su vendetta, e ilustró a este cardenal Biaggio en el inframundo con unas descomunales orejas de burro y una serpiente enroscada al pecho y mordiéndole sus partes. Os traigo este pequeño relato como entrada para la píldora de hoy, que tiene ciertas similitudes pero os hago un pequeño spoiler , adelantándoos que nuestro protagonista no termina en el infierno, sino todo lo contrario. ¡Os sitúo un poco! Si entráis en la iglesia de Santa María y os fijáis en el techo podréis ver los seis frescos que