SAN JUAN DE GAZTELUGATXE: DE CASTILLO A ERMITA

Esta ‘pildora’ va a ser un poco más larga, pero la ocasión lo merece...

¿QUIÉN ATENDÍA LA IGLESIA?
¡Gran pregunta! La verdad es que las crónicas y los documentos son muy dispersos y nos proporcionan más sombras que luces. Con todo, os puedo aportar varias pistas. Parece ser que la iglesia de San Juan desde su creación a mediados del siglo XI estuvo atendida por sacerdotes o bien de la Diócesis de Calahorra o bien por clérigos pertenecientes a algún tipo de orden religiosa. Así, diferentes documentos de los siglos XII, XIII y XIV nos aluden a la presencia de dominicos, templarios o premostratenses en San Juan; ahora bien, estas referencias no son concluyentes por lo que hay que tratarlas con reservas. Más entidad me genera un documento de finales del siglo XV en el que se describe que la iglesia de Albóniga (Almike) era aneja a la de San Juan. Además, sabemos que la iglesia de Albóniga fue donada al convento de San Francisco a mediados del siglo XIV, por lo que no sería arriesgado pensar que San Juan pudiera haber sido mantenido por franciscanos en algunas fases de su historia. Ahora bien, en general y partir del siglo XVI, creo que la iglesia fue atendida por sacerdotes de la diócesis y ayudados por seroras y freiras (mujeres que cuidaban las iglesias), tal y como se recoge en un interesante documento de 1591.

¿QUÉ OCURRIÓ ENTRE LOS SIGLOS XIV Y XVIII?
La batalla entre los nobles vizcaínos y las tropas del rey castellano Alfonso XI dejó la iglesia fortificada de San Juan en unas condiciones lamentables. Así, distintas bulas papales de los siglos XIV y XV describen la necesidad de reconstruir y reparar la iglesia de San Juan y su puente de acceso. A este respecto es muy significativo la descripción de la costa vasca que realiza el navegante francés Pierre Garcie en 1483 y que no incluye ningún dibujo del santuario como sí hace de Izaro o del cabo Matxitxako, lo que nos lleva a pensar que San Juan se hallaba en ruinas o en muy mal estado. A finales del siglo XVI parece ser que la iglesia ya se hallaba reconstruida dado que se alude a la presencia de seroras y freiras en la iglesia.
Respecto a los siglos XVII y XVIII poco os puedo aportar, tan solo algunos datos dispersos que nos hacen alusión a la presencia de una casa cural y a diferentes propiedades con las que contaba San Juan. Probablemente, atendía como hosperedía a los peregrinos que recorrían la ruta costera del camino de Santiago. Además, a principios del siglo XIX hay noticias de que en lo alto del peñón se instaló una batería de defensa con varias piezas de artillería.

LA DESTRUCCIÓN DEL COMPLEJO MEDIEVAL
Aunque desde principios del siglo XIX hay diferentes registros en los libros de fábrica de la iglesia en los que se detallan diferentes obras de mantenimiento y restauración del santuario. Finalmente, en 1885 se materializó la destrucción de todo el complejo de origen medieval (iglesia, celdas de los monjes, la antigua hospedería y la hermosa espadaña de la que colgaban las dos campanas del santuario). Para la construcción de este nuevo edificio no hubo ningún tipo de ‘miramiento histórico’, tirando por el acantilado todos los restos antiguos junto con los maravillosos sepulcros de piedra que había. ¡Una pena!
Por lo tanto, el edificio construido entre finales del siglo XII y principios del XIV, sería el que ha perdurado, a lo largo de los siglos, hasta finales del siglo XIX. Este edificio románico debería de haber sido muy parecido al que tenemos en la iglesia de San Pelayo. Desgraciadamente no tenemos planos ni ilustraciones del interior de la iglesia pero sí una foto de 1880 que nos muestra el exterior.

EL NUEVO EDIFICIO DE 1886
La construcción del nuevo edificio es obra del arquitecto Achúcarro de 1886, y no tiene valor artístico pero ha resultado funcional y sus muros han resistido hasta ahora. Como curiosidad os diré que si os fijáis en la fachada de la iglesia hay dos placas de piedra en la que figuran los datos de la construcción: “Se yso Juan Jose Ymaz mayordomo de San Juan Casteluoache cuando se edyfyco esta ermyta en el año de 1886” y “Ze yzo (Se hizo) en el año 1886 ze edyfyco este Zantuaryo de San Juan de Qastelugahe syando (siendo) contratystas Benanxyo de Nachyondo y su xoxyo (socio)”.

Ahora no me podéis decir que ya no sabéis lo que pone, ¿eh?. En las fotos, podéis ver su composición por dentro: tres retablos, el del altar mayor, ocupando el ábside, presidido por la cabeza del bautista en su centro y la imagen de la Virgen en lo más alto. Una verja metálica lo separaba del resto de la iglesia. El altar lateral situado al Norte, estaba coronado por la imagen de santa Ana con la Virgen y el Niño.

INCENDIO INTENCIONADO DE 1978
A comienzos de 1970 la ermita se encontraba en un estado lamentable, de casi semiabandono. La culminación de este estado llegó el 10 de octubre de 1978 en el que fue destruida a causa de un incendio intencionado, supuestamente realizado por parte de un comando de extrema derecha. La iglesia en su interior quedó totalmente destruida. Como curiosidad os diré que pila bautismal medieval se tiró junto con los escombros. Al menos, una de la piezas más antiguas sobrevivió, me refiero a la imagen de Santa Ana con la Virgen y el Niño y que los expertos la situación en el gótico del siglo XIV. Ahora ya sabéis el valor que tiene.
Tras este incendio hubo una gran movilización popular en el pueblo, que constituyó la Comisión Pro-reconstrucción de San Juan, procediendo a desescombrar la iglesia, recaudar fondos y, en menos de dos años, consiguieron reconstruir la ermita que se inauguró el 24 de junio de 1980. Tras disolverse la comisión que reconstruyó la ermita, se puso en marcha, a partir de 1980, la Comisión de mantenimiento del santuario de San Juan de Gaztelugatxe / Donibane santutegiko zaintzaile taldea que se ha dedicado desde finales del siglo XX hasta hoy al mantenimiento y mejora de nuestro San Juan. ¡Cuánto les debemos!

Mi fuente para las imágenes y el texto provienen del libro Historia, Tradiciones y Secretos de San Juan de Gaztelugatx de Anton Erkoreka y de varios artículos de la revista Bermeo.

Las fotos que os dejo son muy interesantes: Las tres primeras son del interior de la iglesia de antes del incendio de 1978; la (4) es de la antigua hospedería antes del incendio de 1978; la (5) y la (6) corresponden al interior a los efectos del incendio intencionado de 1978 sobre la iglesia; la (7) es la de la imagen de Santa Ana con la Virgen y el Niño, la única pieza medieval que queda en la iglesia; la (8) es del grupo de voluntarios que acudió en 1978 a desescombrar la ermita, en la mitad de la imagen mi aita Emilio Romero.

*Si os ha gustado pues ya sabéis a compartir ..., y entre todas y todos difundimos la historia de nuestro Bermeo
(Tiempo de lectura: 3’ 30’’)










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