SAN PELAYO: UNA JOYA ROMÁNICA

Siempre me ha llamado poderosamente la atención esta pequeña iglesia que está a caballo entre Bermeo y Bakio. Por si no lo sabéis es uno de los principales templos románicos que tenemos en Bizkaia y su historia es fascinante. ¿Tienes 3 minutos? Dentro video...

Un poco de historia
El nombre de la ermita hace alusión a Pelayo (911-925) cristiano martirizado durante el emirato de Abderramán III y canonizado posteriormente por la iglesia católica, como ejemplo de la virtud de la castidad juvenil. San Pelayo en euskera Doneperai, y de aquí el término Eneperi. Junto con San Pedro de Abrisketa (Arrigorriaga) y la Ermita de San Miguel de Zumetxaga (Mungia) es una de las construcciones cristianas más antiguas conservadas en el territorio de Bizkaia. Aunque no existe documentación escrita alguna sobre los orígenes y fundación de este templo, podemos tener en cuenta ciertos factores que nos aproximen al conocimiento de este dato. Veamos. En primer lugar, un análisis puramente arquitectónico del edificio indica que este templo pertenece al románico rural, propio de esta zona norteña, de entre los siglos XII y XIII. Un segundo factor sería el paralelismo entre esta iglesia y la iglesia fortaleza de San Juan de Gaztelugatxe, que como todos sabemos se ubica sobre una roca-istmo abierta a la mar, formando un sólido conjunto con el paisaje acantilado, y singularmente cerca (unos 500 metros) de la iglesia de San Pelayo. Sabemos por un documento de 1172, en el que San Juan fue donado a la Orden Premonstratense de Santa María de la Vid (Castilla) y que la zona era rica en cultivos. Además, es lógico pensar que los habitantes de esta zona aprovechaban al máximo los recursos ganaderos de los montes y los agrícolas del valle. Por tanto, esta ermita tiene su origen en la funcionalidad de proporcionar a la población, demasiado alejada de la iglesia parroquial, un centro de reunión y espiritualidad. Por tanto, no parece aventurado pensar que a finales del siglo XII fue cuando se construyese este nuevo templo de San Pelayo.

El edificio
Se trata de un pequeño templo exento, el cual mantiene completa e intacta su planta original, a pesar del paso del tiempo y de las distintas intervenciones que ha sufrido, como la llevada a cabo en 1732 cuando se reconstruyó la torre y la cubierta. Sin duda, la intervención más importante se llevó a cabo en 1957, debido al importante deterioro en el que se encontraba. Estos trabajos fueron llevados a cabo por la Diputación de Bizkaia y afectaron una manera singular al tramo de la escalera de acceso, la parte superior de la torre y a la portada, no estando exenta dicha intervención de cierta polémica entre los expertos. Desde un punto de vista arquitectónico, San Pelayo tiene una nave de un solo tramo y planta rectangular así como ábside de planta cuadrada, de menores dimensiones que la nave. El paso de la nave al ábside (altar) se realiza a través un bonito arco de triunfo ligeramente apuntado. La cubierta es a dos aguas, y la torre es muy característica con cubierta de faldones. Junto al ábside se localiza la sacristía, construida con posterioridad al cuerpo del templo y que aprovecha todo el corrimiento del pórtico perimetral, también de construcción muy posterior a la estructura esencial del templo. ¿Qué es lo más interesante? Sin duda, dos de sus huecos tienen especial importancia: el acceso y la ventana del ábside. La entrada al templo se abre a través de un arco ligeramente apuntado y abocinado (en acordeón hacia el interior), con tres arquivoltas al exterior. El segundo se trata de la ventana del ábside, cuyos capiteles de aire bizantino mezclan las hojas y la geometría. En su interior hay imágenes modernas, una Andra Mari y joven San Pelayo. Las tres campanas llevan la inscripción que 'datan de 1827'. Todo este conjunto fue declarado por el Gobierno Vasco bien de interés cultural en 1995. 

Jusdicción del templo y la curiosa historia de su archivo
En otra píldora ya os conté el paso de Zubiaur y San Pelayo a la jurisdicción de Bakio en 1927. Ahora bien, a lo largo de los últimos siglos la historia de las parroquias rurales de San Pelayo-San Juan y de Almike-Mañu ha estado muy unida formando en algunos momentos cabildos únicos. Esta circunstancia se ha hecho muy presente a través de dos ejemplos: a lo largo de las últimas dos décadas la asistencia religiosa de San Pelayo-San Juan se ha realizado a través de párrocos, frailes y diáconos bermeotarras, o la de su mantenimiento que se ha realizado desde la Comisión de San Juan o del Ayuntamiento de Bermeo en el caso de San Pelayo. La segunda circunstancia alude a la documentación parroquial. A este respecto os puedo decir que la documentación parroquial de San Pelayo (que incluía también la correspondiente a San Juan) fue vendida íntegramente por su párroco a un librero bilbaíno en la década de 1960. El destino hizo que Jon Bilbao, ilustre investigador de la Universidad de Nevada, lo comprase por 100.000 ptas., siendo depositado en la Biblioteca de la Universidad de Nevada (USA). A finales del siglo XX, varias gestiones del Obispado de Bilbao junto con la ayuda del Gobierno Vasco con el Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada, permitió la llegada de todo esta importante documentación al Archivo Histórico Eclesiástico de Bizkaia (Derio), y el que os escribe la catalogó durante tres meses gracias a una beca del Ayuntamiento de Bermeo. Entre la documentación destacan los primeros libros de bautismo de San Juan y San Pelayo de 1616, e interesante documentación desde el siglo XVI que alude a la vida de los barrios de San Pelayo y Zubiaur. ¡Una desgracia con final feliz!

Para finalizar y como curiosidad os diré, en 1927 cuando el barrio de Zubiaur y San Pelayo pasaron a Bakio, diferentes baserris de la zona de San Pelayo siguieron perteneciendo a la jurisdicción de Bermeo. Tenéis su historia en este enlace de sobre la toponimia de Bermeo. Os puedo adelantar que todos los baserris, que quedaron bajo la jurisdicción de Bermeo, son del siglo XIX y se localizan en la cuenca del río Txarale y en la parte de arriba del paraje de Ureta: Emugoiko, Ermubeko, Sagarraga, Arantzadi, Urkidi, Goientzabale, Erdikoetxe, Gisasti, Zurtzuri y Txarale.

Fuente: Gurutzi Arregi Azpeitia (1987) Ermitas de Bizkaia, Tomo II, páginas 39 a 41, Diputación Foral de Bizkaia e Instituto Labayru. Bilbao.

Frontal con torre campanario y cubierta del pórtico.

Portada con abocamiento característico.

Ventana externa del ábside.

Banco de piedra en la zona cubierta del pórtico

Cementerio anejo

Casa cural

Casa cural





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