NUESTROS ARRANTZALES DE TXAPA: LAS CAMPAÑAS DE DAKAR

[Entradilla puesta solo en Facebook] Hoy día internacional de l@s trabajador@s me apetecia hablar de unos trabajadores con Mayúsculas, los Trabajadores del mar (aqui de la mar). En este caso, en esta píldora, de los que dejan su familia para encerrarse (ellos sí que saben de confinamientos) 4 largos meses y sin apenas descanso, los de “chapa”. Esta rutina de idas y venidas a la que estamos acostumbrados en nuestro pueblo con despedidas, ausencias y recibimientos, con todo el cocktel de estados anímicos que acarrean a ellos mismos, a sus mujeres, novias, madres, padres, hijos…..Esta rutina, decía, hace que muchas familias vivan y se muevan a ritmo de las mareas de estos hombres y en cierto modo, creo yo, le infiere la intensidad con la que vivimos la vida l@s bermeotarras seamos o no de la mar. Zeuentzako, zabizienantzako txapazkuetan, mare on bat!.

Cuando faltaban pocos días para su marcha, sus ojos se volvían más vidriosos, no atendía como siempre, estaba más ausente, y un aroma a tristeza lo envolvía todo en casa. Todos sabíamos que aita se volvía a ir cuatro duros meses (en el mejor de los casos) a Dakar. Después vinieron Abidjan, Freetoown, Seychelles o Guayaquil, nombres que para unos eran extraños pero que para nosotros tan familiares como Mundaka o Gernika. Cuando llegaba después cuatro o cinco meses, siempre cargado de regalos comprados a su paso por Canarias, eran unos días de felicidad en casa. Recuerdo que competíamos por contarle todo lo que habíamos hecho en el colegio, con nuestros amigos, alguna obra en casa, algún mosqueo con ama..., con la madurez nos dimos cuenta que lo que le contábamos era todo lo que él se había perdido durante esos meses. Esa lejanía hacía que nuestro cariño hacia él fuese inmenso, amor del que puedes donar. Sirva esta pequeña píldora para homenajear a todos los aitas que trabajan en la mayor empresa que tiene nuestro Bermeo, y una de las más importantes del mundo, a todos los arrantzales en general, y en esta píldora a los arratzantzales de los atuneros congeladores, 'txapazkuetan dabizen arrantzaleak'.


Un poco de historia previa
He leído artículos y algún que otro libro que lo explica muy bien, y sigo pensando que la audacia de estos arrantzales que la década de los 50 del siglo pasado les llevó en busca de capturas hasta lejanas latitudes del continente africano, es similar a la que tuvieron los arrantzales bermeotarras que en la Edad Moderna llegaron hasta las aguas de Terranova persiguiendo a su Moby-Dick. La misma inquietud, osadía, valentía y mil calificativos más, pero centrándonos en la píldora de hoy, os puedo decir que ya tenemos registros de que la pesca de túnidos comenzó en nuestras costas a finales del siglo XVI, mediante pinazas (un tipo de embarcación) propulsadas a remo y vela, y tripuladas por un mínimo de seis u ocho personas, y que pescaban preferentemente bonito o atún blanco y, menos, el cimarrón o atún rojo. Lógicamente, el tipo de embarcación fue evolucionando hasta llegar a las enormes lanchas boniteras propulsadas a vela o vapor de finales del siglo XIX y primer cuarto del siglo XX. La costera comenzaba después de San Pedro, y se prolongaba durante todo el verano aprovechando la visita migratoria de estos túnidos a las calientes aguas del Golfo de Bizkaia. Hacia finales de los años 20 del siglo pasado, se introdujeron nuevas modalidades de pesca centradas en la pesca con cebo vivo, hasta llegar a la pesca de caña con cebo vivo a finales de los años 40, que ha perdurado hasta nuestros días. Asimismo, la flota fue lentamente evolucionando pese a las dificultades (crisis económicas, Guerra Civil...). Las embarcaciones propulsadas a vapor dieron paso a los motores diésel, y la carnada que era mantenida, inicialmente en saco de red, evolucionó hasta ser depositada en recipientes -viveros- instalados en la cubierta del barco. Este nuevo sistema de pesca originó un considerable aumento de las capturas y por consiguiente un aumento paulatino de la flota; así en el cenit nos lo encontramos a mediados de los años 70 con cerca de 300 embarcaciones y de unos 2.600 arrantzales. 2.600!!

Las primeras campañas de Dakar
El rechazo por parte de las autoridades a ampliar el área de pesca tradicional en el Cantábrico, sumado a los temporales y un colapso en la pesquería de la palometa, que aliviaba la ausencia de pesca entre el fin de la costera del bonito y la costera de la anchoa, y un aumento considerable de la demanda del sector conservero, llevó a los arrantzales a embarcarse en la aventura africana. Así, el primer barco vasco en aventurarse en la pesca de túnidos en Dakar fue en 1950 el buque Laurence, procedente de Ziburu; posteriormente en 1955 otros tres barcos-cañeros vascos y tres bretones también se animaron y culminaron con éxito de capturas su aventura. Estas favorables noticias originó que el 30 de octubre de 1956 ocho embarcaciones bermeotarras pusieran rumbo a Dakar, en lo que fue el inicio de una de las páginas más brillantes de la historia pesquera vasca. Esta primera expedición se realizó sin ningún tipo de apoyo logístico, posteriormente se realizaron ininterrumpidamente nueve campañas más en aguas de África occidental y aunque el puerto base de operaciones fue cambiando a medida que la exploración fue extendiéndose hacia el golfo de Guinea, quedaron para siempre como las Campañas de Dakar. El número de embarcaciones que cada campaña se desplazaba a África fue aumentando paulatinamente hasta llegar a las 49 embarcaciones en la novena campaña, 1964-65. 

Lista de los primeros ocho buques bermeotarras que realizaron la primera campaña en aguas de África occidental en 1956
Noche vieja (patrón: Julián Jiménez Emilio)
Gloria Resurrección (patrón: Dámaso Gabancho Bilbao)
Niño Jesús de Praga (patrón: Isaac Ispizua)
Madre Macarena (patrón: Andrés Ispizua)
Monte Azkarate (patrón: Jerónimo Gochi Aguirre)
Arantzamendi (patrón: Maguregui)
Rosa de los Vientos (patrón: Ignacio Munitiz Lartitegui)
Glorioso San Fermín (patrón: Félix Gochi Ispizua)

Dureza de la campaña
Como os podéis imaginar las condiciones de desplazamiento hasta la zona de pesca africana y la vida a bordo no eran las ideales. El viaje era costoso, la comida repetitiva, y el calor insufrible. Así, lo atestiguan los numerosos testimonios de la época. A lo largo de estas campañas se produjeron numerosos contratiempos: la pérdida de la embarcación Siempre Santa María que quedó a merced de la corriente y embarrancó, por suerte los arrantzales se salvaron, desacuerdos con los conserveros canarios, o constantes problemas con el precio y calidad de venta de las capturas. A medida que iban progresando las campañas, algunos de estos problemas fueron solucionándose, y una cada vez más sofisticada tecnología naval impulsada con nuevas reformas legislativas, se fue abriendo camino (aparición de los buques congeladores, mejoras mecánicas en los motores y en las redes, mejora en la cualificación profesional de los arrantzales, etc.).

Un importante acontecimiento se produce en la campaña de 1961, cuando entra en campaña un nuevo tipo de buque: el atunero congelador con redes de cerco. El buque denominado Marinero tuvo la distinción de ser el primer buque de cerco atunero español (de armador gallego) que faenó en aguas de África occidental. En noviembre de 1964 zarpó rumbo a la costa occidental de África el primer atunero congelador vasco, el Navarra (San Juan de Luz), de 240 toneladas de capacidad y 36,5 metros de eslora. A partir de esta fecha, una parte pequeña de la flota de bajura bermeotarra apuesta decididamente por la pesca de túnidos con redes de cerco. Esta incipiente flota cuenta con dos destacados e históricos patrones de pesca: Leocadio Goldaraz, del Vista Alegre, y Plácido Etxebarria, hasta entonces patrón del Campolibre. Su trayectoria profesional les sitúa en la campaña 1964-65 al frente de los primeros cerqueros congeladores bermeotarras: El Albóniga y el Alacrán, y al frente de ellos dos empresas que serían  fundamentales: Etxebastar y Coatunber.

Como curiosidad os diré que desde 1957 (segunda campaña), junto con los arrantzales se desplazaron dos franciscanos que estaban enrolados como tripulación y compartiendo sufrimientos y alegrías con la tripulación: Imanol Berriatua de Elantxobe y Alberto Aurrekoetxea 'fray Alberto' de Bermeo, este último toda una institución en en nuestro pueblo. Incansable y capaz de atender las más diversas ocupaciones: asistente médico, técnico de radio, de máquinas y técnico de pesca especializado en ruidos y vibraciones mecánicas, de cuyos conocimientos se aprovecharon los barcos de cebo vivo de todo el Cantábrico. Sin duda, otra deuda pendiente que tiene nuestro pueblo.

Y terminamos ... 
La flota atunero-congeladora nació tras una década y nueve campañas ininterrumpidas (1956-1964) en la que los arrantzales de bajura bermeotarras lo dieron todo, pasando más tiempo en la mar que en su propia casa; y quizás sin ser conscientes de ello, especializándose en una pesquería de la que hoy pueden sentirse orgullosos. Hoy nuestro pueblo es Bermeo Tuna World Capital, y su flota de atunero congeladores es la más grande de Europa y tecnológicamente la más avanzada del mundo. Contamos con cerca del medio centenar de buques repartidos por el Atlántico, Índico y Pacífico y ocho empresas propietarias. Pero recordad que todo comenzó con la osadía y valentía de un grupo de compatriotas.

Fuente: Para realizar esta píldora he seguido dos libros referentes: Las Campañas de Dakar de José María Ferarios Lázaro, y la tesis doctoral del bermeotarra y profesor-compañero en la mejor universidad del mundo, la UPV/EHU: Robert Ugalde. Gestión Integral de riesgos del sector atunero congelador a través de la información económico-financiera: 2009-2015.

Esker onak: A Juan Apraiz 'Coyote', por sus certeras observaciones. Mila esker, Juan!

Fotografías: Os dejo fotos a nuestra historia y que las he sacado del precioso libro Las Campañas de Dakar - Dakarreko Kanpainak.

Tiempo de lectura: 3' 30''

*Si os ha gustado compartir y difundir, y entre todas y todos hacemos más grande nuestro pequeño paraíso. 

Txalupa botinera Campania de Bermeo. Naufragó en la Galerna de 1912. Patrón, Prudencio Laraudogoitia.

Ignacio Munitiz, patrón del Rosa de los Vientos, indicando el área de pesca . Formó parte de la primera Campaña de Dakar 1956-57.

Los hermanos Ispizua, Andrés e Isaac, pioneros de la pesca  de tenidos a caña en África occidental.

Tripulación del Nuevo Galerna. Patrón: Esteban Uria (con las manos entrelazadas).

Naufragio del Siempre Santa María en la costa de Senegal.

Buque Siempre Archanda zarpando de Bermeo el 17 de noviembre de 1959.

Patrones de pesca de regreso a Bermeo (5ª campana, marzo de 1961)

Tripulación del buque Hermoso Igueldo, 1961.

Reunión del Grupo Dakar en la sede de la Cofradía San Pedro de Bermeo.

Al regreso de la campaña, las tripulaciones aprovechan su paso por Canarias para adquirir regalos para casa.

Nuevo Campolibre, de Bermeo. Patrón: Paulino Otxoa.

Buque de cerco atunero congelador Albóniga. Patrón: Laucario Goldaraz, 1965.

Buque de cerco atunero congelador Alacrán. Patrón: Plácido Etxebarria, 1965.

María Uriondo (izq.), saregiñe bermeoatarra.

Recibimiento del pueblo de Bermeo a los arrantzales que vienen de Dakar, 1959.

Alberto Aurrekoetxea, 'Fray Alberto'.

Fray Imanol Berriatua (centro) y Alberto Aurrekoetxea, 'Fray Alberto', junto a diferentes armadores (1959).

Tripulación del Nuevo Galerna en Dakar

Tripulación del Nuevo Galerna en Dakar

Bautismo de las embarcaciones Artza, Arene y Atalde en 1963.


 
 

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