CUANDO LOS FASCISTAS ENTRARON EN BERMEO

Ya sabéis mi compromiso antifascista y mi interés personal en dar luz sobre los acontecimientos que ocurrieron durante la dictadura 'del que murió en la cama', sobre todo en estos momentos en los que desde determinados foros se quiere blanquear a los fascistas de la extrema derecha. En otras ocasiones, ya os he puesto algunas píldoras que nos hacen recordar el triste pasado de la dictadura franquista en nuestro pueblo (Trenak ekarrikuek: una mirada desde el vagónLas niñas de la ballena, La represión franquista y el mural del BatzokiLos niños y las niñas de la guerra civil: Bermeo puerto de partida, Bou Bizkaia: más que un nombre y El tren de Bermeo: La historia de los esclavos del Franquismo). Hoy os traigo una píldora relacionada con los tristes acontecimientos que se produjeron el 30 de abril de 1937, cuando la brigada Flechas Negras, al mando de Sandro Piazzoni, tomó Bermeo.

¿Quién era Sandro Piazzoni y la brigada de las 'Flechas Negras'?
Sandro Piazzoni fue general de aviación del régimen fascista italiano y había sido el jefe del escuadrón aéreo italiano Flecce Nere (Flechas Negras), que el 26 de abril de 1937 formaron parte de la Legión Condor (italoalemana)  que bombardeó y destruyó totalmente Gernika. Como una ironía de la historia, tres días después del devastador ataque sobre Gernika, el fascista Piazzoni se dirigió a lo que había quedado en pie de la Casa de Juntas, y firmó en el libro de honor con la siguiente cita: "En el día de su Santa Redención, con todas mis Flechas Negras que entran en la ciudad (...) mando a la ciudad Santa de Vizcaya, hoy aún más Santa, un saludo fraterno, a 29 de abril de 1937. Hora: 12:45. Viva España. Arriba España. El General Jefe de la Brigada Flechas Negras". Curiosamente este libro desapareció en el 2008. Este general era el responsable de esta Brigada italo-española que participó en la ofensiva sobre Bizkaia de 1937. Estaba compuesta de dos batallones y sumaba entre sus filas a unos 8.000 hombres, aunque a Bermeo entraron muchos menos, unos 700.

¿Qué ocurrió en los días previos a la toma de Bermeo?
El 22 de abril de 1937 se había celebrado la última sesión del ayuntamiento republicano dirigido  por el alcalde Marcelino Monasterio y se centró en analizar la difícil situación bélica en la que se encontraba la villa. Tras la caída de Gernika el día 29 de abril la orden de evacuar Bermeo no tardó en darse. Esta evacuación se centró en la población civil, ya que desde el 28 de abril Bermeo se consideraba zona de guerra. El responsable de la evacuación fue el concejal del PNV Ruperto Ormaza García-Olano (aita, entre otros del histórico Anton Ormaza). Ruperto fue la autoridad habilitada por el Gobierno Vasco y por el Ayuntamiento para organizar esta evacuación. Por cierto, Ruperto fue posteriormente juzgado por las autoridades militares y condenado a muerte. Esta evacuación comenzó a las 11:30 de la mañana del 30 de abril, y para ello se utilizaron barcos y coches en dirección a Bilbao. Se estima que fueron unas 5.000 personas las evacuadas hacia Bilbao. Fue imprescindible en esta evacuación la ayuda de los gudaris del batallón San Andrés y Saseta. Otros prefirieron quedarse ante la inminente llegada de las fuerzas rebeldes o sublevadas (recordad que era como se denominan a tropas franquistas), y ayudaron a algunos derechistas que trataban de ponerse a salvo, entre ellos varios que estaban en calidad de presos en Bermeo. Incluso, se da la circunstancia de que algunos de estos derechistas locales fueron trasladados en barco hasta Elantxobe, que ya había sido tomada por las Flechas Negras, dado que en Bermeo algún incontrolado podía ejercer sobre ellos la justicia revolucionaría. Con todo, la última autoridad afín al Gobierno Vasco en abandonar la villa fue el propio Ruperto Ormaza, los testimonios de la época dan testimonio de su heroicidad. También, son muy emotivos los mensajes de preocupación que trasladan los soldados, gudaris y milicianos por sus familiares residentes en Bermeo, y que se publican en diferentes diarios de la prensa vasca, principalmente en el diario nacionalista Euzkadi.

La entrada de las Flechas Negras
La brigada franquista de las Flechas Negras -formada por un tercio de italianos y el resto de españoles- cruzó el eje costero procedente de Gernika y entró en Bermeo a las 6:30 de la tarde del 30 de abril, bajo el mando del general Sandro Piazzoni y al mando de unos 700 hombres. Lógicamente, en el pueblo quedaba poca gente, principalmente mujeres, niños-as, vecinos apolíticos y partidarios de las fuerzas franquistas. El miedo se podría ver, ¡imagináoslo! Además, hacia tan sólo cuatro días que Gernika había sido arrasado, y los ecos del drama y del destrozo generaron el lógico miedo y pánico ante lo que podría ocurrir con Bermeo. En este contexto, las Flechas Negras entraron en en el pueblo a media tarde del 30 de abril, y se encontraron con un pueblo semidesierto, y con numerosas sábanas e improvisadas banderolas blancas tendidas en balconadas y ventanas, indicando a los recién llegados la actitud no hostil de quienes permanecían en la villa.  Los días siguientes fueron muy duros para esta brigada de las Flechas Negras, ya que las tropas vasco-asturianas les cercaron por sorpresa, y les tuvo sitiados durante dos largos y duros días, y solo tras la llegada de la IV Brigada de Navarra compuesta por más de 7.000 hombres, pudieron tomar el control de la situación, eso sí con la ayuda de un importante contingente aéreo de la Legión Condor. Con todo la escabechina fue importante, y se estima que murieron cerca de un millar de personas: 400 del bando franquista y las 600 restantes de las brigadas de vascos, asturianos y cántabros. La mayor parte de los cuerpos fueron enterrados en fosas comunes en las  laderas de Sollube, en los cementerios de Bermeo y Mundaka; aunque posteriormente, muchos de los restos de los combatientes brigadistas fueron trasladados a Zaragoza.

Termino. Pocos días después, a 9 de mayo, se constituye, en presencia del gobernador civil de Gipuzkoa y Bizkaia, José María Arellano, la Comisión Gestora de la villa, con Rafael Nardiz, como alcalde, Hilario Ibarlucea, habilitado como teniente alcalde, Ciriaco Gervasio, Andrés Cendoya, Martín Sagarraga, Lázaro Barrueco, Cosme Luzárraga, Eugenio Rentería y Gonzalo Pujana. El gobernador civil les exhortó para que desarrollasen "...una labor moralizadora, para bien de España y del pueblo de Bermeo". Esta labor moralizadora se ejemplificó el 8 de agosto de 1937, cuando el Ayuntamiento de Bermeo nombró 'hijos adoptivos' del pueblo a la Brigada de las Flechas Negras. Posteriormente, en época ya democrática y haciendo justicia, todos los honores y este tipo de nombramientos, incluidos los dirigidos hacia el dictador, fueron derogados por el Ayuntamiento de Bermeo.

Fotos: (1) La única foto que se conserva de la entrada de la brigada de las Flechas Negras en Gernika; (2) El fascista Sandro Piazzoni; (3) Lugar actual del cementerio de Bermeo destinado a los fallecidos en la Guerra Civil; en contraposición con algunos bellos panteones de singulares derechistas y afines al régimen en la zona noble de nuestro cementerio. (4) Infantería franquista posando en el frente de Sollube. Mayo del 37; (5) Gudaris del Batallón San Andrés. Marzo del 37; (6) Portada del ABC.

Fuente: Sin duda, la mejor narración de todo lo acontecido lo tenéis en el libro de Francisco Manuel Vargas Alonso: Bermeo y la Guerra Civil. La Batalla de Sollube; o las entradas de Josu Erkoreka en su Blog

Tiempo de lectura: 4' 17''

*Si os ha gustado compartir y difundir, y entre todas y todos hacemos más grande nuestro pequeño paraíso. 












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